Bendición de las campanas

 

Hermanos, en plena celebración de los días santos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, con gozo vamos a bendecir estas campanas que, a partir de la próxima Noche de Pascua, durante el canto del Gloria, servirán para alabar a Dios, así como anunciar y solemnizar nuestras celebraciones litúrgicas en el futuro. Pero antes de proceder al rito de la bendición, justo es que seamos conocedores de su procedencia, donación a la parroquia y características de las mismas.

En primer lugar mencionaremos la “Roda de Campanes”, que habitualmente se emplea para solemnizar distintos momentos litúrgicos importantes, la cual procede de la capilla del antiguo Hospital de Oliver de Alcoy antes de su reforma para ser transformado en residencia geriátrica, a principios del 2000. Siendo entonces párroco de Santa Rosa Don Enrique Abad, la Comunidad de Hermanas Carmelitas de la calle Oliver ofrece a la comunidad parroquial distintos elementos, entre los cuales está la esta rueda de campanas y la pequeña campana que hay en la puerta de la sacristía que empleamos para avisar del comienzo de las celebraciones. Ahora, la “roda” ha sido restaurada por la Colla de Campaners d’Ontinyent, entidad que ha mejorado su funcionamiento y que ha añadido 4 nuevas pequeñas campanas de distinto tamaño para que, al rodarla ofrezca sonidos de distinta intensidad.

En segundo lugar, tenemos una campana que lleva ya varios años con nosotros esperando a ser restaurada. Se trata de la campana “Nuestra Señora del Milagro-San Miguel Arcángel” fundida en la empresa Hijos de Vicente Roses de la población valenciana de Adzeneta d’Albaida en 1910. La campana tiene 455 mm de diámetro y 54,54 Kilos de peso sin contar los complementos y el yugo o “truja” que es de madera de encina o carrasca, material con el que se solían fabricar los contrapesos desde siglos atrás. Esta campana procede del antiguo colegio de las “Paulas” en la calle San Mateo.

Fue donada a la parroquia, junto a otros materiales, por la Comunidad de religiosas perteneciente a la Congregación de de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Las gestiones de la donación fueron realizadas por Don Enrique Abad y Don Salvador Jimenez, entonces cura párroco de San Mauro y San Francisco. El arduo trabajo de desmonte y traslado a la parroquia fue llevado a cabo a mediados de la década de los 90 por el equipo de monitores y algunos padres del antiguo grupo Junior “Camí de Lllum” de nuestra parroquia.

Por coincidencias de la vida, la bendición de esta campana coincide en el tiempo con este año 2017, en el que nuestras queridas hermanas, después de más de 132 años en nuestra ciudad, nos dicen hasta siempre, porque su huella en Alcoy perdurará en el tiempo. Sirva esta campana como homenaje y recuerdo permanente de su gran labor pastoral en Alcoy y en nuestra parroquia de Santa Rosa.

La segunda de las campanas que vamos a bendecir procede de la espadaña que hay en la parte superior de la antigua capilla de la Comunidad de las Siervas de María: “Les Sierves” del Carrer la Cordeta. Comunidad de religiosas, la cual llegó a Alcoy tres años más tarde le las Paúlas, en 1888 y que hasta hace una década se dedicaban al cuidado de enfermos por la noche, tanto en domicilios como en el hospital. Desde su partida de la ciudad, un feligrés de nuestra comunidad, Javier Monllor, trasladó sus inquietudes por aumentar el patrimonio campanero de nuestra comunidad a nuestro

párroco Don José Juan Crespo Carsí, ya que la campana tenía un gran valor por su antigüedad pero se estaba deteriorando por falta de uso. Don José Juan trasladó la idea al consejo de pastoral y Javier hizo las gestiones para ver si la comunidad de religiosas hacía la donación a la parroquia. En febrero de 2014, enviamos una carta a la Madre Provincial de las Siervas de María en España Sor Soledad Tellechea explicándole que teníamos un proyecto parroquial pendiente en Santa Rosa y que la campana tendría un mejor uso y cuidados en nuestra comunidad. La Madre Provincial atendió nuestra petición y, al final del verano de ese mismo año, nos confirmaba que la campana había sido donada a la parroquia.

En aquella ocasión, la campana fue desmontada por la empresa de Campanas Electrorecam de Adzaneta de Albaida y permaneció desmontada en el coro hasta hace un par de meses, en que, nuestro vicario Don Joaquin Silvestre Morant, como gran apasionado por las campanas y miembro de la Colla de Campaners d’Ontinyent, propuso restaurarlas junto a la “roda” para su instalación provisional en la iglesia. Esta segunda campana está dedicada a la Virgen María, lleva la inscripción “María, Ora Pro Nobis” y fue fundida en Barcelona en 1905. La curiosidad de esta inscripción es que la palabra “Ora” fue fundida con “H”. “Hora”, incorrección ortográfica que la hace todavía más especial. Tiene un peso de 64 kilos y un diámetro de 480 mm.

Ambas campanas, la de estilo valenciano y la catalana se complementan en sonido, ya que, según Ximo, nuestro vicario, las dos son de bronce pero una, la María del Milagro-San Miguel tiene bastante plata añadida, mientras que la Virgen María contiene cobre. Ello hace que los sonidos sean distintos y suene un vuelo realmente bonito.

Gracias a todos, a las congragaciones religiosas por su generosidad y a la Colla de Campaners d’Ontinyent por su desinteresado trabajo en la puesta a punto y recuperación de este patrimonio tan valenciano que son los vuelos de campanas. Y gracias, Señor, por permitirnos alabarte con el precioso sonido de las campanas.

 

20170412_215513Benedicció de les campanes